Hace algunas semanas comencé una serie de reflexiones respecto al tópico “liderando la adoración”. Les comparto una segunda parte…ya vienen más.
1. El estilo del culto
– La importancia de determinar un estilo de culto
Generalmente las personas tienden a abanderarse por un estilo personal de culto. El problema es que nadie piensa que ese estilo es solamente una opción personal y no, como se cree, una “revelación divina”. Esto es muy parecido a los gustos musicales. Si uno saliera a las calles de Santiago para realizar una encuesta con la siguiente pregunta ¿Qué tipo de música o cantante marcó historia? Recibiríamos diversas respuestas…
Es probable que una persona de la tercera edad nombrará el tango o el bolero como la mejor expresión musical de la historia, una persona de 50 años podría decir que el Rock and Roll de Elvis fue el mejor, luego, alguien de 40 años señalaría algún grupo de música disco, el de 30 tal vez hablaría del Rock Latino de los 80, alguien de 20 no dudaría en defender su grupo favorito anglo-sajón, las adolescentes se pondrán la camiseta por el Regetón, y los más pequeños coronarán a Barney como la mayor expresión del arte musical.
himnos, esta será probablemente la forma en la cual entenderá que se debe cantar a Dios. Por el contrario si una persona creció con canciones de Marcos Witt, Jesús Adrián Romero, Hillsong, Jesus Culture, etc. Será ese el estilo con el cual se sentirá más cómodo cantando.Algo muy parecido es lo que sucede en las iglesias cristianas. ¿Por qué? Por que tendemos a ver el mundo desde nuestra perspectiva cultural y social. Si alguien nació en su vida espiritual escuchando
- La visión de la iglesia ayuda a determinar el estilo del culto
Antes de realizar un culto es bueno realizarse preguntas como: ¿Qué gente es la que asiste a nuestra reunión?¿Cuales son las edades con las cuales queremos trabajar?¿Cuál es el estilo de música que escucha la gente a la cual queremos evangelizar? ¿Es el nuestro un culto de tradición solamente?¿Está solamente pensado para cristianos?
Lo que hacemos y no hacemos enseña. Esto lo debemos tener claro. Hay un claro aspecto educativo en como dirigimos un culto.
El centro del culto debe ser la palabra de Dios. Pero ésta no solamente se entrega en la predicación expositiva. Es decir, la palabra se puede enseñar en canciones, en obras de teatro, en videos, etc.
- No nos iremos al infierno si cambiamos el estilo
Muchas personas creen que hay estilos de culto o de música más santificados o más del Señor que otros. Se habla de instrumentos sacros y otros carnales. No hay fundamento bíblico para esto. En el nuevo pacto lo importante en la adoración es el corazón y la actitud del adorador.
Por lo mismo el que adora debe hacer en el espíritu, en verdad, en sinceridad (Juan 4).
Muchas veces los estilos personales se quieren imponer en el culto. Es en este punto donde debemos recordar que el culto debe promover la unidad comunitaria y no destruirla. Para esto es importante definir el punto anterior.
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