Navidad mal oliente

por | 2 Dic | 2022

Compartir

Reflexiones de adviento


Si lo piensas bien, Jesús podría haber escogido cualquier siglo de la historia para nacer. Por ejemplo, podría haber elegido nacer en nuestros tiempos para tener la posibilidad de acceder a un servicio hospitalario más adecuado, más limpio y más especializado. Sin embargo, él eligió un tiempo y lugar específico con un propósito.

Desde su nacimiento Jesús se identificó con lo más real de la humanidad. Se identificó con aquellos postergados de las grandes comodidades. No le importó el mal olor de los animales, ni que su nacimiento fuera tan poco esperado o planificado que ni reservas en una posada había para él.

Jesús nos enseñó con su nacimiento que él no se espanta con nuestro mal olor. Que él se puede identificar con el menosprecio, la postergación y con las más oscuras y mal olientes realidades de nuestra existencia.

El nacimiento de Jesús no fue una blanca navidad. Fue un nacimiento en la penumbra, en un lugar improvisado y sin comodidades. ¿Por qué? Jesús quería que supieras desde un principio que su nombre, Emanuel, era “El Dios que viene a habitar en medio nuestro”. Y ese “en medio” es tu realidad. ¿Vives en circunstancias “mal olientes”? Emanuel quiere traer su luz justo ahí donde estás. ¿Te sientes solitario, abandonado y discriminado? Emanuel se acerca y te ama. ¿Estás en medio de un silencio ensordecedor? Emanuel viene a romper el silencio con su voz de consuelo.

Porque “la gente que estaba en la oscuridad ha visto una gran luz. Y para aquellos que vivían en la tierra donde la muerte arroja su sombra, ha brillado una luz” (Mateo 4:16)
Jesús es el Dios que se acerca.

Compartir

Escrito por alepooley

0Comentarios

0 comentarios

Deja un comentario

Artículos relacionados

© 2024 alepooley