1Por aquellos días Augusto César decretó que se levantara un censo en todo el imperio romano. 2 (Este primer censo se efectuó cuando Cirenio gobernaba en Siria.) 3Así que iban todos a inscribirse, cada cual a su propio pueblo.4También José, que era descendiente del rey David, subió de Nazaret, ciudad de Galilea, a Judea. Fue a Belén, la ciudad de David, 5para inscribirse junto con María su esposa. Ella se encontraba encinta 6y, mientras estaban allí, se le cumplió el tiempo. 7Así que dio a luz a su hijo primogénito. Lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en la posada. (Lucas 2:1-7)
Un trámite, eso era lo que tenía que cumplir la joven pareja en Judea, específicamente en Belén. Todo parece rutinario, político, alejado de lo místico y espiritual. Un censo, un agotador viaje. Sin embargo, el César, María y José están ejecutando (sin saberlo) la sinfonía escrita hace miles de años por el creador.
¿Te has encontrado en algún momento en medio de una rutina, trámite que parece no tener sentido, tiempos de silencio o sequía espiritual? Tal vez es tu trabajo, una fila, un aburrido viaje, una etapa en tu vida. ¿Escuchas la sinfonía de Dios? Probablemente no… sólo se escucha el ensordecedor silencio que te rodea.
Dios había dicho hace miles de años que el Salvador del mundo nacería en Belén (Miqueas 5:2). César con su edicto, José y María con su viaje están cumpliendo este plan…sin darse cuenta.
Dios te puede sorprender en tu rutina, si afinas tu oído tal vez puedas escuchar la música del creador en medio de lo que haces, o tal vez no. Pero la orquesta está tocando. Tan sólo debes dejarte llevar por lo que Dios está haciendo a tu alrededor.
Hay algo que sorprende también en este pasaje (v7) “y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en la posada” ¿Por qué si Dios “organizó” todo lo demás no pudo reservar un cuarto en una posada?¿Qué sucedió aquí?¿A qué ángel mensajero hay que despedir? No hay error de parte de Dios, pero si hay un fuerte mensaje. Retumba aquí, cual timbales en una sinfónica la frase de Juan 1:11 “Vino a lo que era suyo, pero los suyos no le recibieron”
Belén giraba esa noche en torno al evento del censo, posadas y hoteles llenos, gente ruidosa en las calles, movimiento, “cosas importantes”. No supieron que en un rincón mugriento de su ciudad estaba naciendo aquel que traería la esperanza y luz a la humanidad.
¿Estamos viendo a Jesús en medio de nuestra realidad, en medio de nuestro ruido, en medio de nuestra rutina? ¿Estamos tal vez pasando de largo sin percatarnos y sin escucharla, al igual que los habitantes de Belén, la armonía de Dios?
Escucha la sinfonía del creador ya que el te invita a disfrutar y bailar al ritmo de su música… te sorprenderás.
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